Ellas mismas se definen como el “aquelarre” y es que el equipo humano de la bodega, eminentemente femenino, pone en marcha las ideas de Vicente, el alma de BODEGAS GODELIA. En el año 2009, Vicente da un giro y decide apostar por otra forma de hacer vino. Contaba con una bodega que no era totalmente fiel a su proyecto y decidió que había que llegar hasta el final, que se equivocase o no, había que luchar por la idea en la que creía. Después, empezaría de cero.
Comienza la verdadera aventura, el reto de trasladar toda su pasión por el campo y la viticultura. La base estaba clara: sus viñedos y una apuesta firme por el Godello.
Aquella Finca Legúas que hoy ocupa más de 30 hectáreas supuso, sin saberlo, los cimientos de Godelia. Ladrillo a ladrillo, había que ir construyendo el proyecto en el que el equipo es una pieza clave.
Vicente traza la línea a seguir y “el aquelarre” trabaja para que en cada botella vaya la energía de todo el equipo. Comparten éxitos y equivocaciones de las que aprenden para seguir adelante. Poco a poco van ganando presencia en el mercado y sumando victorias que siempre, pero siempre, celebran juntos con su espumoso.






